Un prototipo desarrollado por investigadores de la Universidad de Cundinamarca podría marcar un antes y un después en la producción de leche cruda en la región. La propuesta, que combina ciencia, tecnología y sostenibilidad, busca aplicar radiación ultravioleta de onda corta para reducir la carga microbial de la leche justo después del ordeño.
El proyecto tiene como
objetivo desinfectar la leche cruda sin recurrir al uso intensivo de productos
químicos ni a procesos térmicos energéticamente costosos como la termización.
En su lugar, utiliza la potencia de la luz ultravioleta para eliminar
microorganismos patógenos provenientes del entorno bovino, como el lodo y las
heces, factores comunes especialmente en contextos de ordeño manual.
Además de mejorar la inocuidad
del producto, esta tecnología podría reducir significativamente la huella de
carbono de la industria láctea al disminuir el consumo energético. “Lo que
buscamos es una leche más limpia, con menos aditivos y menos impacto
ambiental”, explican los investigadores.
Actualmente, el equipo avanza
en la fase de diseño del prototipo y prepara un artículo científico que
sustente su viabilidad. Las primeras pruebas experimentales se iniciarán en
junio con equipos especializados, en busca del punto exacto de irradiación que
elimine bacterias sin deteriorar nutrientes esenciales como las vitaminas A y
D.
Este esfuerzo se enmarca en
los semilleros de investigación de la Universidad de Cundinamarca, involucrando
activamente a estudiantes tanto de Zootecnia como de Ingeniería. Mientras los
futuros zootecnistas analizan la calidad e inocuidad de la leche tratada, sus
pares en ingeniería se encargan del desarrollo del software que controlará el
dispositivo.
La propuesta también se apoya en el Modelo Educativo Digital Transmoderno (MEDIT), una apuesta por una educación conectada con las necesidades reales del territorio y de sus comunidades.
En una región como la
Provincia de Ubaté, conocida por su tradición lechera, esta tecnología podría
convertirse en una herramienta clave para modernizar la industria sin
sacrificar su esencia. Porque cuando la ciencia se pone al servicio del campo,
la innovación no solo transforma procesos: también mejora vidas.
Fuente y fotografía:Oficina de comunicaciones Universidad de Cundinamarca
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