Las Batalla de Boyacá tiene dos caras, conocemos la versión nuestra, pero poco sabemos cuál fue el reporte entregado por el Virreinato y el ejército español a su rey, luego de la derrota en el Puente de Boyacá.
Fueron muchos los documentos enviados a España y otros interceptados por los patriotas, los cuales reportan la situación en que quedaron luego de confrontación, sus estrategias y procederes.
A continuación podrá leer algunos apartes de textos que evidencian la situación reportada por los españoles después de caer en la Batalla de Boyacá, las cuales han sido tomadas del libro La batalla de Boyacá a través de los Archivos Españoles.
|
Batalla de Boyacá
Imagen Banco de la República |
Acuerdo de la Audiencia de Santafé, agosto 9 de 1819
“(...)Los señores Virrey, presidente, regente y oidores de
la Audiencia y Chancillería Real del Reino, presentes los señores fiscales de
ella, dijeron: que mediante a que por el Excelentísimo Señor Virrey,
presidente, gobernador y capitán general se ha avisado verbalmente a los señores
ministros de esta Real Audiencia, ahora que serán las tres y media de la
mañana, que la tercera división del ejército pacificador que guarnecía este
Reino ha sido enteramente derrotada por los rebeldes a dos jornadas de esta
capital y que, no siéndole posible mantenerse en ella, saldrá Su Excelencia en
la hora misma para los destinos donde convenga a fin de proporcionar los medios
para defender el Reino y que en tan apuradas críticas circunstancias la Real
Audiencia podría tomar las medidas que estimase convenientes para su seguridad,
poniéndose en camino si lo tenía a bien para la plaza de Cartagena o para otra
donde juzgase oportuno... (y así) para evitar el ultraje a la representación de
su Majestad y vejamen a la persona de sus ministros, dando cuenta a Su Majestad
desde el primer punto donde se proporcione de tan inesperado suceso(...).”
De Sámano al gobernador de Antioquia. nare, 12 de agosto de
1819
“En la noche del 8 del corriente, entre ocho y nueve de
ella, se me presentaron en Santafé el ayudante del comandante general de la 3ª
División, don Manuel Martínez de Aparicio, y el comisario de la misma, don Juan
de Barrada, con la noticia verbal inesperada de que el enemigo había derrotado
enteramente nuestra División, habiendo quedado muertos diversos jefes y que no
se sabía del Comandante General, don José María Barreiro y que los enemigos
podrían entrar en Santa Fe al día siguiente, según consta en la declaración que
en forma dieron. Por desgracia, los fugitivos Aparicio y Barreda no vinieron por
el camino Real, desde el cual podían difundir la noticia al Valle de Tenza
donde se hallaba el teniente coronel don Antonio Pla y a donde le había hecho
pasar el Comandante General, apartándole de Chocontá donde estaba mejor
apostado, con el pretexto de que de aquel modo podría atender más prontamente a
cualquier invasión de pequeño número de enemigos.
“Y digo pequeño número de enemigos, porque estando Barreiro,
que se hallaba con él de todas las fuerzas, no era de temer otra cosa; se ve
que todo lo erró dicho Comandante General. Empeñó a este Bolívar con un
movimiento de su ejército ni previsto ni observado, tomó la retaguardia de
Barreiro ocupando Tunja y quitándole comunicación con la capital, provocando
además a Barreiro con su aparente dirección a dicha capital a que le siguiere
y, teniéndole prevenido, emboscados le esperó en el camino proyectado y le
despedazó, habiendo sido la acción el 7 del actual en la Casa de Teja o sea de
por de atrás de la ciudad se Tunja(…).”
Del gobernador de Antioquia al gobernador del Chocó Agosto
15 de 1819
“Acabo de saber por una carta particular, fecha en Nare el
11 del corriente, en que me dice un sujeto fidedigno que a dicho punto llegó
fugado de Santafé, que el día 9 fueron desgraciadamente arrolladas nuestras
tropas por la facción de los rebeldes, y que en el mismo día el Virrey con su
guardia de caballería había desalojado la capital y venídose a Facatativá, sin
duda para proteger la emigración y continuar su retirada por Honda a Cartagena.
Y sin embargo de que hasta el día, Su Excelencia nada me ha dicho, porque se lo
habrán impedido sus muchas funciones, siendo el sujeto que me comunica esta
desgracia, de representación, crédito y verdad y testigo de estos sucesos, no
omito por extraordinario comunicarlo a Vuestra Merced para que, con vista del
caso, tome las medidas de precaución que son subsequentes, tanto para la
seguridad de ese territorio cuanto para disponer los auxilios necesarios para salvar
por esa vía la emigración, tropa y caudales que puedan salir de esta Provincia
con dirección a Cartagena o Panamá, caso de que los enemigos ocupen velozmente
el Magdalena como debe esperarse, en atención a las débiles fuerzas que tengo a
mis órdenes que no pasan de cien hombres y de cuya situación debemos creer bien
impuesto al enemigo. De cuanto Vuestra Merced resuelva a consecuencia de este
aviso, se servirá darme parte por extraordinario, creyendo yo que en tales
circunstancias la medida más necesaria es poner en los puestos más oportunos
cuantos buques se adquieran. — Dios guarde a Vuestra Merced muchos años. —
Medellín, agosto 15 de 1819."
" — P. D. — Si mientras Vuestra Merced tome estas
precauciones el Excelentísimo Señor Virrey del Reyno me previene otro
movimiento, queda a mi cuidado dar a Vuestra Merced oportuno aviso de todo.
Carlos Tolrá.”.
Del Cabildo Eclesiástico al arzobispo de Santafé, 30 de
agosto de 1819
“(…) Cuando el Reino parecía hallarse en toda seguridad, el
9 del corriente, en el corto espacio de cuatro horas o poco más,
precipitadamente y como un rayo emigraron de la capital de Santafé el virrey
don Juan Sámano, la Real Audiencia, Tribunal de Cuentas, Oficiales Reales y
demás autoridad, quedando aquella ciudad como una Jerusalén desolada, pues
todos los amantes y fieles vasallos de nuestro amado Soberano que componen la
mayor y más sana parte del pueblo, han emigrado a distintos puntos del Reino en
el estado en que les cogió tan inesperada sorpresa y sin otro auxilio que el
vestuario que traían sobre su cuerpo.
“La causa de esta fatal emigración no ha sido otra sino la
pérdida del ejército de la tercera división que se componía de tres mil hombres
al mando de su comandante general, coronel don José María Barreyro y fue
destruido casi del todo por el rebelde Simón Bolívar que, abandonando el Apure,
los valles de Arauca y Cáceres, arrollado en todas partes por el general
Morillo, se apareció en este Reino a hacernos la guerra como acostumbra y el
día 7 del corriente fue la destrucción de nuestro ejército entre la ciudad de Tunja
y Ventaquemada, distante 30 leguas de esta capital de Santafé.”.
______________
Fuente:
La batalla de Boyacá a través de los Archivos Españoles, recopilación documental de *Juan Friede, (1901 - 1990) que reposa en el Banco de la República.
*Doctor en Historia, Presidente de la Academia Boyacense de Historia, educador y folclorólogo
Podrá descargar el PDF completo del libro dando clic en el siguiente enlace.