“Con el uso de mascarillas y un distanciamiento social adecuado en medio de las protestas que hoy se viven en el país, el riesgo de contagio por COVID-19 sería relativamente bajo en comparación con los lugares concurridos y el transporte público, donde las interacciones favorecen la transmisión del virus”.
Así lo asegura el doctor Jorge Cortés, médico infectólogo y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), aunque aclara que ese escenario ideal en medio de una manifestación ocurre con poca frecuencia, pues las personas, especialmente los jóvenes, siguen sintiéndose menos vulnerables ante el virus.
“Pese a que su contagio no tiene un impacto altamente significativo en el sistema de salud, debido a la poca incidencia de casos para esta población que en su mayoría no serían hospitalizados, sí tendría un impacto en la disipación de la pandemia, que puede llegar a ser bastante importante”, subraya.
Considera además que uno de los principales impactos que se
pueden ver a corto plazo sería la aún más baja disponibilidad de camas en las
unidades de cuidado intensivo (UCI), que hoy se encuentra entre el 90 y 95 % de
ocupación en la mayoría de los departamentos del país.
Cuarta ola de contagios, realidad incierta
Según el especialista, aunque se ha hablado de una cuarta ola de contagios, aún no se tienen datos e información suficientes para determinarlo.
Esto también dependerá de las variantes circulantes del virus en el país y si tendrán o no un efecto negativo ante la vacunación, lo que haría que el número de infectados sea mayor y no menor, como se espera en el mejor de los casos.
Otro factor a tener en cuenta para determinar un cuarto pico son los periodos de lluvia, cuando siempre circulan otros virus respiratorios, que igualmente dependerá del nivel de protección que conserven las personas.
“Tenemos muy pocos datos para tener certeza de lo que pasará, nos falta más información con lo que ocurre en el resto del mundo, advierte el especialista de la UNAL”, señala el doctor Cortés.
Al respecto, recuerda que “por ejemplo en países donde la
vacunación ha sido más exitosa se observa la disminución importante de la
circulación del virus, como ocurrió en Israel, aunque allí la proporción de
personas vacunadas es muy alta frente a lo que pasa en Estados Unidos, donde se
ha vacunado cerca del 50 % de la población, pero el número de personas que
decide vacunarse sigue siendo cada vez más bajo y no es claro cuál será el
alcance de la inmunización en este país”.
Sin embargo, el profesor Cortés señala que en este momento la decisión de abrir colegios y universidades en Bogotá puede ser crítica y contraproducente, pues se estimula la movilidad de personas en medio de un pico alto en la pandemia.
Fuente: Agencia de Noticias UN - Unimedios
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