El pasado 6 de septiembre se cumplieron doce años de la muerte del más grande tenor de todos los tiempos: Luciano Pavarotti. El mundo se alista para homenajearlo y en Colombia presentará "La voz, el hombre, el drama, la leyenda "Pavarotti" del director y ganador del Oscar Ron Howard.
Luciano Pavarotti Fotografía cortesía de Cine Colombia |
En Colombia, la celebración llega de la mano del director ganador del
Oscar, Ron Howard, con la cinta sobre la vida de Pavarotti, dividida en
tres actos, al estilo de las óperas, que incluye un sonido envolvente que revive su
leyenda y recuerda su impresionante legado musical, el cual estará en salas de cine entre el 16 y el 22 de septiembre. Una oportunidad única para
acercarse al mito y al hombre.
La superestrella lírica
Pavarotti partió en dos el mundo de la música, a pesar de un principio
poco auspicioso. Sus primeros años no fueron sencillos:
cantó en un coro, luchó por
competir en escenarios y durante muchos años no consiguió destacarse. Obtuvo
buenas críticas en Europa, pero siguió siendo solo un buen cantante entre los
cientos que recorrían el mundo. Pavarotti se había resignado a no atraer la
atención de los sellos disqueros —en un momento en que grabar un disco era
crucial para destacarse— hasta que la gran dama de la ópera de su época, Joan Sutherland, descubrió el talento del
tenor y se enamoró de su simpatía. Ella lo impulsó al
estrellato.
Pavarotti y Diana de Gales
Fotografía cortesía Cine Colombia |
Su humanidad voluminosa, su timbre de voz único, su risa sonora, su
pañuelo blanco y su capacidad pulmonar lo lanzaron
a la estratosfera del mundo del canto lírico. Las grabaciones que realizó de
sus roles como Rodolfo en La Bohéme
de Giacomo Puccini, Nemorino en la ópera L’Elixir
D’Amor de Donizetti, los papeles de Ricardo, Ernani y Manrico en las óperas
Baile de Máscaras, Ernani y El Trovador de Verdi, entre otros, le
ganaron un espacio exclusivo en el universo operático.
Los críticos de
Pavarotti señalan que su repertorio operístico era escaso, casi siempre
centrado en las mismas obras, porque no se arriesgaba con aquello que podía
hacerlo quedar mal. Pero no fue necesario más para consagrarlo. En su vida
personal era un amante de la cocina, en particular de la gastronomía de su
país, y aparecía siempre sonriente ante el público.
Pero
vendría un momento de popularidad desbordada, gracias al proyecto que creó
junto a sus colegas Plácido Domingo y José Carreras: Los tres tenores. Logró que sus presentaciones se convirtieran en
los más exitosos
eventos operísticos jamás producidos hasta la fecha.
Pavarotti llegó
a vender más de cien millones de discos y acumuló una fortuna cercana a los 150
millones de dólares. Su vida pasó del teatro a codearse a diario con
celebridades, desde presidentes hasta princesas como Lady Di o líderes como el
Dalai Lama. Fue embajador de la ONU en un momento en que su lado
filantrópico salió a flote. Su último trecho como artista lo dedicó a
conciertos de beneficencia con grupos célebres y grandes bandas de rock como
U2, The Cranberries o las Spice Girls.
El proyecto de Pavarotti & Friends arrancó en 1993,
y aunque inició con sus amigos José Carreras y Plácido Domingo, terminó uniendo
artistas de distintos géneros en un mismo escenario. A su lado cantaron artistas
como Queen, Bon Jovi, Stevie Wonder, Aretha Franklin, Zucchero y BB King, entre
decenas de otros. Muchos críticos y fanáticos de la ópera no se lo perdonaron,
porque consideraron que desaprovechaba su talento.
La obra de Ron Howard que envuelve la alucinación llamada Pavarotti
El dinamismo,
risa, corazón, capacidad vocal y grandeza que lo caracterizaron siempre quedan
evidenciados en Pavarotti, de Ron
Howard. “Una de las metas
más ambiciosas de Pavarotti era expandir el alcance de su arte para que más gente se enamorara de la ópera. Tengo la
esperanza de que nuestro documental ayude a continuar ese trabajo de llevar la
belleza a la mayor cantidad de gente posible en el mundo”, asegura Howard.
La película une la tecnología multidimensional de sonido Dolby Atmos con
la genialidad vocal de Pavarotti en los legendarios estudios Abbey Road. La
estructura del director estadounidense divide la historia en tres actos,
siguiendo la estructura de la ópera, para narrar su vida, excesos y
filantropía.
En el aniversario de su fallecimiento, Pavarotti sigue congregando
público de todos los continentes gracias a la tecnología del cine que revive,
una vez más, a este inmortal.
Muerte de Pavarotti en Música
Cuando Luciano Pavarotti murió, en la noche del 6 de septiembre de 2007, en su ciudad natal de Módena, Italia, aún brillaban las estrellas (‘Lucevan le stelle’, de la ópera Tosca). El aria que repite esta frase, y lo llevó al estrellato, sonó en todo el país para despedirlo.
Italia lo lloró a la par que acompañaba su adiós con otra de las arias que lo llevó a la fama: ‘Nessun dorma’ (‘Nadie duerma’) de Turandot. No parecía ser coincidencia que el tenor murió a las cinco de la mañana, víctima de un cáncer de páncreas, en una noche sin tregua, pero como dice la canción en su estribillo final, venció al alba para convertirse en un inmortal.
Doce años después de su muerte, Pavarotti es un mito. Su fama, en vez de aminorar, sigue creciendo.
Es el tenor más popular del último siglo sigue recibiendo homenajes. En la bota itálica se han organizado conciertos para rendirle homenaje en 2019. Un holograma con su figura y su voz participará en un musical que prepara el director Michael Gracey (El gran showman, 2017) que se estrenará en 2021. En la villa de Módena donde murió, se acaba de anunciar la creación de una Casa Museo en su honor.
Fuente: Comunicaciones Cine Colombia
Fuente: Comunicaciones Cine Colombia
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