“La apropiación y comercialización de nuestras tradiciones ancestrales interfieren con nuestro camino hacia la autodeterminación. Las malas-practicas dañan los equilibrios comunitarios, minan el espíritu colectivo de nuestras sociedades y debilitan nuestra espiritualidad. Todo esto disminuye la resistencia de nuestros pueblos, poniendo en riesgo nuestras vidas y la de los ecosistemas amazónicos que queremos conservar y proteger.” Unión de médicos indígenas yageceros de la amazonia colombiana.
Pronunciamiento Autoridades Amazónicas sobre el Yagé. |
A raíz de la
comercialización, la apropiación indebida y mal uso que se le ha dado últimamente
al yagé (ayahuasca), las autoridades espirituales y organizaciones indígenas que representan a
los pueblos aborígenes amazónicos, se
han pronunciado, pidiendo a las multinacionales y a la gente del común que respeten las tradiciones ancestrales
y han enfatizado que las personas
responsables de conservar las tradiciones espirituales y los conocimientos de
la medicina sagrada del yagé (ayahuasca), son ellos.
Aseguran en su
pronunciamiento que “Hay personas y empresas que con el fin de comercializar
nuestras tradiciones medicinales se han apropiado de nuestras simbologías,
están usando nuestra imagen e imitan nuestros usos y costumbres. Las redes
sociales están saturadas de ofertas de supuestas prácticas indígenas, resultado
de apropiaciones culturales, cuyo objetivo es captar clientes para generar
ganancias monetarias.
La mezcla de plantas sagradas pone en riesgo la salud de las personas
Mezclar tradiciones y
prácticas ancestrales como el uso del San Pedro, el yagé, el peyote, el kambó,
el Bufo alvarius, iboga o el temascal, descontextualiza, viola la sacralidad y
debilita las tradiciones ancestrales que son fundamentales para la pervivencia
de los pueblos originarios, poniendo en riesgo la salud de las personas que
atienden a estos eventos.”
La malas prácticas debilitad la espiritualidad
Aseguran los
representantes amazónicos que cuando “El público internacional accede a estos
servicios sin darse cuenta que la apropiación y comercialización de nuestras
tradiciones ancestrales interfieren con nuestro camino hacia la
autodeterminación. Las malas-practicas dañan delicados equilibrios
comunitarios, minan el espíritu colectivo de nuestras sociedades y debilitan
nuestra espiritualidad. Todo esto disminuye la resiliencia de nuestros pueblos
en resistencia, poniendo en riesgo nuestras vidas y la de los ecosistemas amazónicos
que queremos conservar y proteger.”
¿Quién tiene los derechos de la planta del yagé?
La planta sagrada del
yagé es parte del patrimonio colectivo cultural, ancestral y medicinal de los
pueblos indígenas amazónicos y su propósito es curar enfermedades. El yagé no
puede ser utilizado por fines de lucro o negocios, fuera del sustento de
quienes practican la medicina tradicional por linaje y con el aval de las
comunidades y organizaciones indígenas.
Mercantilismo del yagé
Estas comunidades
indígenas alertan sobre el mercantilismo que algunos inescrupulosos hacen con
el ritual y la planta sagrada de yagé “Hay jóvenes indígenas que se acercan a
la medicina de yagé con superficialidad, no poseen sabiduría, no conocen la
planta pero salen de las comunidades, lejos de los ojos de las autoridades
espirituales, para presenciar ceremonias asumiendo indebidamente el rol de
médicos tradicionales. Se disfrazan con plumas y collares y se hacen llamar
taitas, palabra que además, solo quiere decir “padre” y es un término de
respeto comúnmente usado en comunidades del pueblo Inga. El objetivo de estas
personas es buscar ganancias a toda costa, poniendo en riesgo la salud
espiritual e incluso, hasta la vida de sus propios pacientes.
También hay personas
no indígenas que sin poseer los conocimientos de la medicina ancestral del
yagé, se apropian y abusan de nuestras prácticas organizando ceremonias,
“retiros espirituales”, “turismo ayahuasquero” y “escuelas de chamanismo”. Se
trata de un fenómeno mercantilista de uso, consumo, manipulación y apropiación
de nuestras tradiciones medicinales, de nuestros conocimientos y de nuestra
imagen. Estas prácticas violan la sacralidad de nuestras cosmovisiones, ofenden
a nuestras autoridades y van en contra de convenios y tratados internacionales
ratificados para proteger los patrimonios inmateriales, medicinales,
espirituales y culturales de los pueblos indígenas.”
Los pueblos indígenas de la amazonia no autorizan, no certifican ‘médicos tradicionales’
“Ningún médico
indígena yagecero, curaca, iacha, mujer sabedora o autoridad tradicional, posee
la facultad de certificar o autorizar a personas no indígenas para oficiar
ceremonias de yagé, no existe, dentro de nuestros sistemas de salud autóctonos
ningún “certificado” emitido por una autoridad o cabildo que avale a una
persona como médico tradicional. La sabiduría espiritual es un compromiso mayor
que bajo ninguna circunstancias puede ser reducido a la emisión de un certificado.
Taitas del Amazonas únicos herederos ancestrales del conocimiento del Yagé |
Nadie afuera de las
comunidades indígenas de los pueblos yageceros puede cultivar, vender yagé u
oficiar ceremonias. De acuerdo a los sistemas regulatorios propios, las únicas
personas que pueden oficiar ceremonias de yagé son los médicos yagéceros, los
iachas, los curacas y las mujeres sabedoras que cuentan con el respaldo y el
reconocimiento de las comunidades indígenas amazónicas, de las autoridades
tradicionales y de organizaciones indígenas como la UMIYAC, de conformidad con
la ley de origen, el derecho propio o derecho mayor.”
Llamado de los pueblos indígenas a no caer en prácticas que ponen en peligro la espiritualidad y la salud pública
Finalizando el
pronunciamiento indígena hacen un llamado para salvaguardar las tradiciones y
para evitar problemas de salud pública y riesgos espirituales, así: “Frente a
este nuevo flagelo para los pueblos, hacemos un llamado urgente a todas las
personas de conciencia a no poner en riesgo su salud participando de estas actividades
comerciales y a respetar los procesos culturales y sociales de resistencia de
los pueblos indígenas.
Llamamos también a
las instituciones nacionales e internacionales, a las Naciones Unidades y a la
Organización Mundial para la Propiedad Intelectual (OMPI), para que en el marco
de los convenios ya ratificados y de las negociaciones se tome en cuenta la
voluntad de los pueblos originarios de proteger la integridad de nuestros conocimientos
tradicionales (CC.TT.), porque de ellos dependen nuestras vidas y la
conservación de los territorios amazónicos.
"Elevamos la voz a la comunidad internacional para forjar alianzas y construir solidaridad activa para crear un gran movimiento de movimientos para la defensa y protección de la Madre Tierra y de la Amazonia. "
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Fuente: Umiyac, Comunicado
de las autoridades espirituales y organizaciones indígenas representantes de
los pueblos indígenas amazónicos.
https://umiyac.org/2019/11/01/comunicado-de-las-autoridades-espirituales-y-organizaciones-indigenas-representantes-de-los-pueblos-indigenas-amazonicos/?fbclid=IwAR1iGEs2IE6mbLXbvDQrZYwy3z3ys41HNwrQyYzsNyQES9vGMtm40ZDXzSo
Constitución
Colombiana del 1991, Convenios 169/OIT, 1989 y Declaración de las
Naciones Unidas sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas del 2007, entre otros).